Cuando Diego Ariel García llegó al Hoyo en 2002,después de un largo viaje desde Rosario, en el pueblo no había tenis,no había tenistas.
Ahora, unos siete años después tiene más de 50 alumnos que van desde los cuatro a los 50 años, desperdigados en distintos horarios en el gimnasio municipal.
Diego cumplió 39 años el 25 de septiembre, y planea festejar su cumpleaños
40 en la cancha que el Municipio hará con los vecinos en el polideportivo
proyectado en el predio de la fiesta de la Fruta Fina. Su plan es sencillo y
por eso infalible: tenis para todos.
Que cien personas pongan cien pesos cada uno y que las que no puedan aporten otras
cosas y así armar entre todos la cancha para que la usemos todos. “El tenis –dice Diego– no es necesariamente un deporte elitista, es un deporte que lo puede
practicar cualquiera: tenemos que hacer algo solidario entre todos y
los chicos tienen que ponerse ropa deportiva, zapatillas y ganas de correr
la pelotita. Y lo que vamos a hacer con la cancha va a servir de inspiración
para otras disciplinas deportivas.
Hay que generar más espacios, más lugares: cuando el tiempo está lindo
hay que practicar deportes al aire libre”. “El objetivo de la escuela de
tenis es la competición, pero también es el tenis recreativo, tenis para tercera edad, tenis para capacidades diferentes. Acá en El Hoyo el deporte va a estar
afianzado cuando el chico que aprenda tenga un hijo que aprenda y este tenga un hijo,
ahí, recién en la tercera generación, vamos a estar consolidados como escuela”.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
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